Publicado el 22/03/2023

¿Qué son las CBDC y qué aplicaciones tiene?

La digitalización está presente en muchas áreas de nuestra vida, incluida la forma en la que realizamos los pagos. Hemos pasado de llevar el dinero en efectivo en el bolsillo a pagar digitalmente, utilizando tarjetas de crédito o aplicaciones móviles. El usuario demanda formas de pago fáciles y ágiles y los Bancos Centrales están avanzando en la búsqueda de un modelo que permita la emisión de sus propias monedas digitales, las llamadas CBDC.

¿Qué significa CBDC?

CBDC es el acrónimo en inglés de “Central Bank Digital Currency” o Moneda Digital del Banco Central en español. Es una forma de dinero digital que es emitido por el Banco Central de un país y, por tanto, tiene valor de curso legal en dicho país. Es, por lo tanto, una versión digital de una moneda de curso legal, como puede ser el dólar o el euro,  totalmente respaldada por el Banco Central del país que la emite y que puede ser utilizada por el público en general.

Las CBDC no son criptomonedas ni stablecoins, son algo muy diferente. De la definición anterior se desprenden las diferencias que existen entre ellas, principalmente el hecho de estar las CBDC emitidas y respaldadas por un Banco Central que tiene la misión de mantener el valor del dinero. En cambio, las criptomonedas son emitidas de forma privada y no están controlada por ninguna entidad central.  Lo que ambas tienen en común es la tecnología utilizada para su creación y funcionamiento, ya que blockchain es una de las tecnologías que se pueden utilizar para desarrollar e implementar las CBDC.

Características de las CBDC

Entre las principales características de las monedas digitales, según el Banco Internacional de Pagos (BIS), destaca el hecho de que serán aceptadas y estarán disponibles para todo tipo de transacciones, tanto “online” como “offline” durante las veinticuatro horas de los siete días de la semana. Por otro lado, permitirá hacer transferencias nacionales e internacionales más rápidas ya que se prescindiría de algunos intermediarios (bancos) que hoy en día se requieren para asegurar dicha transacción. Además, su conversión y valor será la misma que la que se obtenga con el dinero físico, con la intención de evitar la volatilidad. Además, su creación y distribución supondrá un coste muy bajo o casi nulo, podrán ser operables entre diferentes sistemas bancarios y  constituirán un sistema seguro ante posibles ciberataques o caídas del sistema.

Actualmente se estima que más del ochenta por ciento de los Bancos Centrales de todo el mundo están estudiando la posibilidad de emitir una moneda digital, la están desarrollando o ya lo han hecho. Las CBDC ya están en uso en varios países, entre los que se encuentran Bahamas, Jamaica o Nigeria. Entre los países con más desarrollo, cabe destacar el papel del yuan digital. El Banco Popular de China ha estado realizando pruebas desde el año 2014, utilizándose ya la moneda digital en varias regiones.

China ha participado también, junto a Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos y Tailandia, en el denominado proyecto piloto mBridge, que ha consistido en la utilización de una plataforma para realizar operaciones de pago y cambio de divisas utilizando CBDCs, entre algunos bancos  comerciales de dichos países. 

¿Quiénes usarán las CBDC?

En Europa, el Banco Central Europeo está preparando el diseño del euro digital cuyo uso está previsto para toda la eurozona. El pasado diez de marzo el Banco Central Europeo  emitió un documento en el que explica qué es el euro digital y da respuesta a las dudas que se habían planteado frente a su emisión. En concreto, este documento pone de manifiesto que el euro digital no va a sustituir al dinero en efectivo sino que será una alternativa más, será distribuido mediante banca y servicios de pago, no accederá a los datos privados de los usuarios y no será en ningún caso dinero programable. Destaca, además, como principales ventajas del euro digital el hecho de que ofrecerá los beneficios de los pagos digitales junto con las propiedades del dinero en efectivo, será aceptado en todas partes y será un dinero de confianza.

En cuanto a la tecnología aplicada en la creación de las monedas digitales de los Bancos Centrales, se están explorando diferentes posibilidades y tecnologías. Algunos países han manifestado ya su intención de utilizar la tecnología blockchain o DLT en sentido amplio. Algunos bancos centrales están explorando la posibilidad de utilizar blockchains públicas, mientras que otros están desarrollando sus propias blockchains privadas e incluso algunos otros están basando el desarrollo de su moneda digital en soluciones centralizadas.  

En el caso del euro digital, aunque parece que se optará por una CBDC basada en DLT, la tecnología a utilizar no está todavía decidida ya que será definida una vez esté finalizada la parte funcional del diseño en aspectos como los mecanismos de transferencia o los aspectos relativos a la privacidad, entre otros.

Aplicaciones de las CBDC 

La aplicación de las CBDC puede suponer muchas ventajas, tanto para los Bancos Centrales como para las personas que las utilicen. Los defensores de las CBDC argumentan que su implantación aportará muchos beneficios, entre los que destacan  la creación de sistemas de pagos mucho más eficientes, ya que las transacciones podrán realizarse de forma inmediata y a muy bajo coste. Se notará un gran cambio en las transferencias internacionales entre países que usen la misma CBDC ya que, como hemos dicho anteriormente, al recortar intermediarios (bancos) se ganará mucha eficiencia. Otro beneficio sería la aportación de mayor inclusión financiera, permitiendo el acceso a la banca a muchas personas que actualmente son rechazadas por el sistema bancario. Destacan también la posibilidad de combatir la evasión fiscal y el blanqueo de capitales, ya que todas las transacciones se registrarían en una base de datos.

Por otro lado, los detractores de las monedas digitales apelan a los posibles peligros que pueden ofrecer, destacando el hecho de que pueden hacer que muchos datos privados de los usuarios queden bajo el control de terceros.  Se alega también que la entrada de las CBDC en la economía mundial puede suponer la imposición de un sistema totalmente centralizado y supervisado.

 

En conclusión, el desarrollo de las CBDC requiere garantizar una serie de desafíos técnicos, sobre todo la privacidad y la seguridad, así como la interoperabilidad con otros sistemas financieros. Los usuarios deben tener la seguridad de que los Bancos Centrales no accederán a sus datos privados y de que la moneda digital que se emita no será programable desde la entidad emisora.

 

Autora: Miriam Tort Sacasa   @Miriam Tort

Asesora jurídica en blockchain y activos digitales en GrupoGes

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